Thursday, April 1, 2010

San Ramón Nonato, mediador en los secuestros piratas.


Estoy en México.

Al entrar en la catedral del Distrito Federal en el zócalo, a mano izquierda hay un santo del que se prenden miles de candados atados con cintas de colores y alguna petición. El colorido atrae a los curiosos que leemos la vida del santo: “… se llama Nonato porque nació del vientre de su madre cuando ya estaba muerta”. Es por eso que es el santo patrón de las parturientas y comadronas.

Y de aquí empezamos a conjeturar que si era el santo patrón del cinturón de castidad, pues es lo que se relaciona con candados y partos ¿no?, aunque una inglesa que hablaba muy bien español objetó que podía ser el patrón del “bounding”, y un alemán viendo una estampa con un candado en los labios, dijo que podía ser el santo patrón de los “piercing”. Pero leyendo las cintas de los candados, el asunto iba por otro lado: “para que mi cuñada deje de hablar”, “San Ramón Nonato te pido que le tapes la boca a mis hermanos y no ´aya´ problemas…”. Ummm.

Leemos más de su biografía y hago la foto que adjunto: Era un niño muy piadoso que sólo quería predicar y predicar, allá por los años del siglo XIII, en el 1200. En aquel tiempo, en el reino de Aragón, en especial sobre la costa catalana dónde el residía, tenían graves problemas con los piratas musulmanes que navegaban por el Mediterráneo. Atacaban poblaciones y barcos y secuestraban al personal para luego pedir dinero por su rescate. Un secuestrado y rescatado famoso fue Miguel de Cervantes unos siglos después, así que el problema es perenne.

San Ramón estaba en Barcelona cuando conoce a San Pedro Nolasco, que se dedicaba a rescatar secuestrados de los infieles. Nonato se embarca y se dedica a ser mediador en secuestros, respaldado por la orden mercedaria de la que era sacerdote. Cuando se le agota el dinero para los pagos, se entrega él mismo como rehén para liberar otros secuestrados. Ya preso, a lo que se dedica es a predicar y a predicar en tierra de infieles y entonces el gobernante musulmán ordena que le pongan un candado en la boca. No se lo cargan porque el chico es valioso y piensan sacar buena ´lana´ por su rescate. En la historia que dan en la catedral del D.F. puntualizan que el candado, los musulmanes, se lo quitaban y ponían diariamente para que pudiera comer. Esto me cuesta creerlo. Mucho. Pero vamos a dejarnos de (más) dudas.

En 1969 su culto fue restringido por no haber documentos fidedignos sobre su vida. En tiempos del papa Benedicto XIV ya se había propuesto sacarlo del santoral por el mismo motivo.

Pero tiene muchos devotos. No sólo los que pedimos que alguien no hable, situación cotidiana normal, sino que cada vez que abundan más los secuestros de personas en México y Colombia, barcos en las costas de Somalia y otras aguas africanas y un largo etc. Hay que rehabilitar a este santo.

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