Wednesday, November 12, 2008

El sabio de occidente: Mateo Ricci



En este viaje a Pekín, he pagado (ya sé que parece una traducción, pero es así, pues se le debe mucho al considerado por los chinos de su tiempo el “sabio del lejano occidente”) una visita a la tumba de Mateo Ricci. La tumba se encuentra detrás de la iglesia francesa dentro del complejo del Beijing Administrative College. Está en la 6 Chegongzhuang Dajie, Xicheng district (Tel. 6800 7200). Fácil de llegar en el metro. 北京行政学院国际交流合作部.
Su nombre chino , 利瑪竇 Li Madou.

Ricci murió en Pekín en junio 1610, a los 58 años. Según las leyes de la dinastía Ming, los extranjeros que morían en China, no podían ser enterrarlos en su territorio, pero con él, lo permitieron. Gracias a su labor y su devoción a la cultura china. Su tumba sigue allí, en los jardines del colegio de administración de Pekín.

Ricci nació en 1552 en Italia, en el seno de una familia noble. Fue un gran estudioso de las matemáticas y astronomía, y se hizo jesuita con veinte años. Al cumplir treinta años se fue a Macao, donde estaban establecidos los jesuitas para cristianizar China. Vivió en la provincia de Cantón, donde se encuentra Macao, durante diecinueve años, estudiando la lengua, la historia y la cultura china y trabajando en sus traducciones y en su misión, hasta que consiguió permiso para entrar en la capital Pekín el 24 de enero de 1601.
Allí se presentó como religioso y célibe, no pedía ningún privilegio en la corte, sino sólo poder poner al servicio de su majestad su persona y cuanto había podido aprender sobre las ciencias ya en el "gran Occidente", de donde había llegado (Cf. Opere Storiche del P. Matteo Ricci, s.j., bajo la dirección del p. Tacchi Venturi, s.j., vol. II, Macerata 1913, p. 496 ss).

Ricci le regaló al Emperador Wanli un mapamundi, un reloj de cadena, instrumentos musicales. Todos estos regalos para la mente curiosa de los intelectuales chinos fueron muy apreciados. El conocer la música de occidente, los mapas y la manera de medir el tiempo. Así como tambien todos sus conocimientos astronómicos con los que pudieron corregir su calendario. Introdujo los adelantos científicos europeos de la época en China. Tradujo al chino, con ayuda del ya católico Xu Guangqi “Geometría básica”, “ Astronomía: hechos y leyendas”, tratados de filosofía y otros muchos libros científicos de la época.El emperador permitió a Ricci llevar adelante su labor misionera en Pekín y aprobó la construcción de una catedral al sur de la ciudad cerca de Xuanwumen en Nantang, que ahora queda cerca del SOGO.En su diario (ver L J Gallagher, China in the Sixteenth Century : The Journals of Matthew Ricci, 1583-1610 (1953) refleja su conocimiento de la sociedad china de aquella época. Ricci era reconocido por los altos cargos chinos como versado en los textos clásicos confucianos.
Y estudiando a Confucio, uno de los libros clásicos que forman parte de la esencia cultural y moral china y llegó a la conclusión de que era compatible con la doctrina de la iglesia, pues eran temas culturales mas que teológicos. Su conclusión estaba basada en que eran monoteístas. Ricci pensaba que el concepto de Dios, de un alma eterna y de un paraíso incorruptible lo tenían ya los chinos (Correspondencia de Mateo Ricci. Luo Yuze, 1986 ) con lo que pudo igualar las palabras 天堂 Tian Tang (el cielo, el paraíso) Shang Di (el señor del cielo 天主) contenidos en los clásicos confucianos y que son equivalentes al concepto de Dios cristiano.
Ricci también consideraba que se debía tolerar los rituales tradicionales chinos, ya que la ofrenda para el cielo, el ritual para ofrecer respeto a los antepasados y el ritual anual de recordar a Confucio los consideraba rituales sociales que no atentaban contra los credos cristianos (Shen Dingping, Academia de Ciencias Sociales Instituto de Investigaciones Históricas de Pekín), pues eran ritos tradicionales más que religiosos. El cabeza de familia debía rendir tributo a sus ancestros en el altar que tienen en sus hogares y el funcionario a Confucio en el altar de su despacho.
Los clásicos chinos los tenían que estudiar los estudiantes que querían ser funcionarios para unas oposiciones en las que no valía más que sabérselos de memoria, como todas las oposiciones. Las oposiciones son otro importante invento chino. De esta manera, el estado se aseguraba que los funcionarios sabían de moral, confuciana por supuesto. Los exámenes se hacían en la ciudad prohibida.
Como curiosidad añadiré que estos altos funcionarios que memorizaban Confucio, luego serían los que repartían órdenes a sus súbditos, de ahí que se ganaran el nombre de “mandarines” porque mandaban mucho, y la aportación de esta palabra a la humanidad se la debemos a los se lo debemos portugueses. En la literatura china encontramos la figura del opositor constantemente.
También empezó a traducir textos de Astronomía del chino, pero la Inquisición en Europa estaba condenando a Galileo por hereje y sobre este tema la sentencia fue que "la proposición de que el sol está en el centro y que no se mueve alrededor de la tierra es absurdo, filosóficamente falso y herético formalmente porque es contrario a las Escrituras”. Así que lo dejó.
Su gran labor fue de inculturación, palabra que define la Iglesia Católica, pues elaboró la terminología china de la teología y la liturgia católica, como lo hizo Xuanzang con el budismo (en el año 612 comienzo de la dinastía Tang). Xuanzang tenía profundo conocimiento del taoísmo y confucianismo, siendo budista. Aunque el budismo ya había entrado en China durante la dinastía Han, los documentos, los llamados sutras, que tenían no le llenaban y decidió ir a los orígenes a buscarlos. Su viaje por la ruta de la seda en busca de estudiosos budistas hasta llegar a los santos lugares en la India, recogiendo manuscritos de sutras, para a su vuelta fundar una escuela de traductores. Utilizó su conocimientos taoistas para inculturizarlo con el budismo volverían haso, tomando de ellos su terminología y conceptos teológicos. Esta inculturación fue una sinización del budismo.

Pero Mateo Ricci no era chino como Xuanzang, aunque él se sentía de corazón totalmente. Había adoptado cómodamente sus costumbres e iba vestido a la manera china, como un alto oficial de la corte. Su fe católica y su interés en pasarles las ciencias de occidente y poner al servicio del pueblo chino, los conocimientos científicos que occidente ya había adquirido y una religión en la que él cree profundamente, como Xuanzhang con el budismo era genuino.

Pero las disputas teológicas y de estado de aquel tiempo junto con otros pecados capitales acabaron y un siglo después fueron expulsados todos los misioneros y no volverían hasta la mitad del siglo XIX.

Una enanez mental e intransigencia que arrastramos todavía arrastramos en el siglo XXI.


http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/speeches/2001/october/documents/hf_jp-ii_spe_20011024_matteo-ricci_sp.html
http://en.wikipedia.org/wiki/Xuanzang
L J Gallagher, China in the Sixteenth Century : The Journals of Matthew Ricci, 1583-1610 (1953

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